
Por qué los preparativos del novio también merecen un lugar en tu reportaje de boda

Hay escenas que muchas veces pasan desapercibidas…
Pero en Lola Pérez Studio creemos que cada momento cuenta. Y la preparación del novio es uno de esos instantes que merecen su propio foco.

Durante años, la narrativa visual de las bodas ha estado centrada en la figura de la novia: su vestido, sus detalles, el maquillaje, la emoción compartida con amigas o familiares.
Y aunque esos momentos siguen siendo mágicos y profundamente fotogénicos, la historia de una boda no se cuenta a medias.

La preparación del novio tiene su propio ritmo, su propio tono. Y precisamente por eso, necesita una mirada diferente.
Aquí, no buscamos la misma luz suave ni el bullicio de fondo. Buscamos la pausa. La tensión antes del primer paso. El peso del traje bien colocado. La calma ensayada que a veces se rompe en una carcajada o en un gesto nervioso.

Es un momento que se vive de forma más sobria, más contenida, y que por eso nos invita a trabajar con otro lenguaje visual:
📷 Encadres más duros, que refuercen la geometría del espacio
🎞️ Contrastes de luz más marcados, que aportan dramatismo
🧩 Composiciones sencillas que captan lo esencial: una mirada al espejo, un detalle en las manos, una presencia silenciosa en una habitación vacía


No se trata de capturar menos emoción. Se trata de retratarla de otra forma.
Como fotógrafas, no intervenimos para cambiar lo que ocurre, sino para observar con atención y traducir cada momento con el estilo que lo define.
La habitación del novio tiene otra atmósfera. Y si sabemos escucharla con la cámara, puede regalarnos imágenes potentes, íntimas y cargadas de verdad.
En Lola Pérez Studio, como fotógrafos de boda en Sevilla, acompañamos cada historia desde lo que la hace única, sin guiones repetidos ni clichés. Y eso implica también dar valor a esos espacios más discretos, más tranquilos… pero igualmente esenciales.
Dar protagonismo a este tipo de escenas es ampliar la historia. Es contarla completa, sin omitir capítulos por costumbre.
Porque todos los preparativos importan. Porque hay muchas formas de estar, de vivir y de esperar.
Y ya sabes…























Si te casas, hazlo con quien te mire como si ya fueras una fotografía.
Del resto, nos encargamos nosotras.



