
Voy a comenzar este post con una pregunta… pero antes, un poco de contexto. Este es nuestro primer post después de mucho, mucho tiempo. Todo empezó con un blog que, casi por casualidad, se convirtió en mi espacio para compartir historias y fotografías. En aquel entonces, experimentaba con mi cámara semiprofesional, explorando el mundo a través del objetivo. ¡Cuánto ha llovido desde entonces! Hoy, no puedo estar más emocionada de retomar esta faceta que tanto me apasiona: mostrar mis fotografías, especialmente las editoriales, y, sobre todo, compartir con vosotros las historias y anécdotas detrás de cada imagen. ¿Por qué esta foto es así? ¿Qué inspiró aquella otra? Todo tiene su porqué.
Tuve que dejar un poco de lado este proyecto personal cuando el blog evolucionó hacia un estudio de fotografía. Y ahora, diez años después, aquí estamos mi equipo y yo, no solo con la misma ilusión de entonces, sino con muchísima más.
Bueno, me he desviado un poco… ¡vamos con la pregunta! ¿Qué opináis de las bodas de invierno? Sinceramente, a mí ME ENCANTAN. La luz tenue, los colores cálidos, los outfits elegantes, la comida reconfortante… ¡Me declaro totalmente fan de las bodas de invierno!

Aquí os dejo un pequeño adelanto de esta boda invernal, o mejor dicho, navideña. La disfruté como una niña pequeña, no solo porque Isabel y José (los novios) son una pareja maravillosa —¡un 10 en todo!—, sino porque me hicieron vivir el cierre de mi campaña 2024 con una energía increíble, ¡hasta con una zambomba jerezana incluida!
Y con esto me despido… por ahora. La autora de estas fotos (¡esa soy yo! ;-)), junto a mi maravilloso equipo, sin el cual no sé qué haría. Os mando un abrazo enorme y espero que nos veamos pronto por aquí, o por algún otro lugar… ¡siempre detrás de una cámara!







