
Siempre he sido una persona observadora, de mirarlo todo con detenimiento. Considero, y creo firmemente, que la belleza está en todas partes. Solo hay que saber encontrarla, apreciarla desde el ángulo correcto, con la luz adecuada. En este mundo, todo tiene belleza, incluso en aquello que menos podríamos imaginar.

A mí siempre me ha gustado observar sin ser observada. Suena un poco a "espía", pero estoy convencida de que la belleza surge cuando hay naturalidad a nuestro alrededor, sin presiones ni compromisos. La belleza siempre está presente, y yo espero el momento preciso para captarla, justo cuando despliega sus alas: en un abrazo, en una mirada, en un paseo o en el gesto de tocarse el pelo. ¡Cuánta belleza hay en los movimientos, las sombras y las formas!

Por eso me encanta la frase que Alejandro Sanz cantaba en su canción "Cuando nadie me ve". Porque es, precisamente, cuando nadie nos ve cuando sale lo mejor de nosotros. Y es en esos momentos, cuando nadie me ve, cuando logro captar la esencia de mi objetivo.

Todo esto es lo que define nuestro trabajo como fotógrafos de boda en Sevilla. En nuestro estudio, combinamos esa mirada sensible con un equipo técnico de última tecnología y una formación constante de todo el equipo. Nos reciclamos sin parar para que tu boda en Sevilla —o en cualquier lugar del mundo— tenga una cobertura 360º.
Cabeza, ojo y corazón.








